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¿Qué son los hongos?

Los hongos son patógenos de enfermedades infecciosas. Según el tipo de hongo, pueden infectar a seres humanos, animales y también plantas. Aunque hay muchos miles de especies de hongos, sólo unos cientos de hongos patógenos intervienen en la transmisión de enfermedades infecciosas en el ser humano. Se transmiten principalmente a través del aire, los alimentos o la piel. Algunos tipos de hongos pueden infectar la piel y las uñas, mientras que otros pueden penetrar en el interior del cuerpo e infectar los pulmones o los intestinos, por ejemplo. Los hongos patógenos más frecuentes en Alemania son los hongos levaduriformes del género Candida (Candida albicans), los hongos de la piel (Trichophyton rubrum) o los mohos (Aspergillus fumigatus). Para tratar las enfermedades fúngicas se utilizan fármacos antifúngicos (los llamados antimicóticos) de uso interno y externo.

¿Cómo se diferencian las distintas enfermedades fúngicas?

Las enfermedades infecciosas causadas por hongos son denominadas micosis por los médicos y pueden dividirse en las siguientes categorías:

  • Tipo de patógeno: ¿Qué tipo de hongo ha causado la infección? Los médicos utilizan el llamado sistema DHS para los hongos patógenos humanos y diferencian entre dermatofitos, levaduras y mohos. Mientras que los dermatofitos, como los hongos filamentosos, sólo afectan a la piel y sus apéndices, como las uñas y el pelo, los hongos levaduriformes y los mohos pueden afectar tanto a la piel como a las mucosas y los órganos internos.
  • Localización: ¿qué partes del cuerpo se ven afectadas? Los médicos distinguen entre enfermedades fúngicas superficiales (cutáneas) y enfermedades fúngicas subcutáneas (dermatomicosis). También distinguen entre enfermedades fúngicas de las mucosas y enfermedades fúngicas que afectan a los órganos internos (micosis sistémicas). Estas últimas pueden adquirir proporciones potencialmente mortales.
  • Vía de infección: ¿Cómo entraron los hongos patógenos en el cuerpo? Los médicos distinguen entre las llamadas micosis exógenas y las micosis endógenas. Mientras que la micosis exógena está causada por hongos que entran en el cuerpo desde el exterior, la micosis endógena describe una infección fúngica que se origina a partir de patógenos que ya han estado en el cuerpo.
  • Infección fúngica primaria o secundaria: ¿Cómo se desencadenó la enfermedad fúngica? Se distingue entre micosis primaria y secundaria (oportunista). Mientras que una micosis primaria es una enfermedad fúngica que se desencadenó por transmisión directa con los hongos patógenos, una micosis secundaria describe una infección fúngica que se desencadenó por otra enfermedad. Puede tratarse de una infección bacteriana, por ejemplo.
  • Cuadro clínico: ¿Cuál es el aspecto externo del hongo? Es el cuadro clínico, es decir, el aspecto de la infección fúngica, como su color, su localización y los signos de inflamación.

¿Cómo se transmiten los hongos?

Los hongos son ubicuos. Las personas pueden entrar en contacto con ellos a través de los alimentos (como el pan, la harina o las patatas), la piel, pero también el aire. Los llamados hongos Candida están incluso presentes constantemente en la piel, la boca o los intestinos de los seres humanos, sin que necesariamente desencadenen síntomas de enfermedad o molestias. Sin embargo, en caso de un sistema inmunitario debilitado o de daños en la barrera natural de la piel, los hongos del género Candida pueden propagarse en determinadas circunstancias y desencadenar enfermedades. Otras vías de transmisión de los hongos son una higiene deficiente o excesiva y numerosos factores de estrés, ya que debilitan los mecanismos de protección del propio organismo.

Reacciones alérgicas a los hongos

La inhalación de las unidades de propagación de los hongos, las llamadas esporas, puede desencadenar una reacción alérgica en algunas personas. Todo depende de en qué parte de las vías respiratorias se produzca la reacción de hipersensibilidad. En función de ello, puede producirse, por ejemplo, una rinitis alérgica, una inflamación alérgica del tejido pulmonar (alveolitis alérgica exógena) o asma bronquial. La alveolitis alérgica exógena también se denomina coloquialmente "pulmón del carpintero" o "pulmón del agricultor", ya que afecta con especial frecuencia a estos dos grupos profesionales.

Toxinas fúngicas

Los hongos producen toxinas llamadas micotoxinas, que pueden tener un efecto tóxico incluso en pequeñas dosis. El ser humano puede ingerir estas toxinas fúngicas, por ejemplo, a través de alimentos contaminados con hongos productores de toxinas, como el yogur mohoso o el cornezuelo del centeno. Este último es un hongo filamentoso (Claviceps purpurea) que ataca principalmente al centeno y produce alcaloides muy tóxicos. Sobre todo en la Edad Media, el cornezuelo provocaba a menudo muertes masivas en los cereales.

Como muchas micotoxinas suelen ser resistentes al calor, calentar los alimentos no hace nada por eliminar las toxinas fúngicas. Las micotoxinas tienen un efecto perjudicial sobre el hígado y los riñones, y a veces también pueden provocar cáncer. La aflatoxina, por ejemplo, favorece el cáncer hepatocelular.

¿Cómo se trata una infección fúngica?

Las infecciones fúngicas suelen tratarse con fármacos llamados antimicóticos. Los antimicóticos impiden que los hongos construyan una pared celular y así dificultan su crecimiento (efecto fungistático), o agujerean la pared celular y así matan al hongo por completo (efecto fungicida), ya que sus componentes se pierden en el exterior. Los antimicóticos se prescriben para uso externo o interno. La forma concreta de aplicación depende totalmente del tipo de hongo y de su gravedad.

Además del tratamiento con antimicóticos, deben seguirse las siguientes medidas higiénicas para evitar la propagación del hongo patógeno:

  • Sólo debe utilizarse una toalla distinta para las zonas de piel enfermas.
  • Algunos tejidos, como toallas, ropa interior y medias, deben lavarse a 60 grados para eliminar los hongos.
  • Deben llevarse chanclas de baño en los edificios públicos, como las piscinas, la sauna, la zona de duchas y los vestuarios, para evitar andar descalzo.
  • Si hay un caso de pie de atleta, los felpudos, suelos y zapatos deben desinfectarse regularmente.

¿Son perjudiciales todos los hongos?

También hay hongos que tienen un efecto curativo. Un ejemplo es el moho gris verdoso penicilina (Penicillium notatum), que el investigador inglés Alexander Fleming descubrió por casualidad en 1928. El llamado moho de la penicilina se coló en el cultivo bacteriano de Fleming y lo destruyó, de lo que Fleming dedujo que la penicilina podría salvar vidas. A raíz de ello, Fleming inició la investigación y el desarrollo del primer antibiótico del mundo, la penicilina.

Pero la medicina tradicional china (MTC) también utiliza el llamado shiitake u oreja de Judas (seta Mu-Err), así como el hongo cardo crestado. Este último tiene fama de regular el azúcar en sangre y combatir los gusanos del hilo.