¿Qué es el cáncer de paratiroides?
El cáncer de paratiroides se refiere al desarrollo de un tumor maligno, que suele desencadenarse por un hiperparatiroidismo primario (pHPT) y puede diagnosticarse por sus síntomas. El cáncer de paratiroides se da en menos del 1% de todas las personas afectadas por pHPT y se desarrolla con más frecuencia que la media en adultos de mediana edad. Tanto los hombres como las mujeres tienen las mismas probabilidades de desarrollar cáncer de paratiroides.
El cáncer de paratiroides provoca un aumento del nivel de calcio en la sangre. Dado que el cáncer de paratiroides se considera una enfermedad extremadamente rara, aún no existen pautas de tratamiento ni experiencia en el tratamiento de la enfermedad. Esto suele dificultar el tratamiento de la enfermedad lo antes posible y hace que el cáncer de paratiroides tenga un pronóstico bastante malo.
¿Cuáles son las causas del cáncer de paratiroides?
Aún no se han investigado adecuadamente las causas del cáncer de paratiroides. Sin embargo, los médicos suponen que el hiperparatiroidismo terciario, que puede darse en pacientes en diálisis, pero también la radioterapia en la zona de la cabeza y el cuello, pueden causar y desencadenar el desarrollo del cáncer de paratiroides.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de paratiroides?
El cáncer de paratiroides puede desencadenar una sobrefunción de la glándula paratiroides, lo que se denomina hiperparatiroidismo. En este caso, hay una sobreproducción de la hormona paratiroidea (parathormona), que normalmente debe regular el nivel de calcio en el organismo. El calcio mineral es responsable del correcto funcionamiento de los nervios y los músculos del cuerpo. Si los niveles de calcio son elevados, pueden aparecer los siguientes síntomas
- síntomas constantes de agotamiento, desgana, problemas de concentración y/o memoria, y tendencias depresivas,
- aumento de la excreción de orina, por lo que el paciente también se queja de una mayor sensación de sed,
- pérdida de peso no deseada con pérdida simultánea de apetito, estreñimiento y/o vómitos,
- Calcificación de los riñones y/o formación de cálculos renales,
- dolor tipo calambre en la región renal,
- aceleración de los latidos del corazón y/o palpitaciones,
- Hipertensión arterial,
- Dolor de espalda y/o de articulaciones,
- aumento de la pérdida ósea (osteoporosis) con fracturas óseas espontáneas, que suele ocurrir en la enfermedad avanzada,
- crisis potencialmente mortales, que pueden desencadenar insuficiencia renal o incluso coma, si el nivel de calcio es muy elevado.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de paratiroides?
Para diagnosticar el cáncer de paratiroides, se comprueban en el laboratorio los parámetros de la sangre del paciente. Si la hormona paratiroidea, la parathormona (PTH), así como el calcio sérico y urinario y el fosfato urinario se encuentran elevados y el fosfato sérico disminuido, se endurece la sospecha de cáncer de paratiroides. En un diagnóstico intraoperatorio, se comprueba entonces si el tumor tiene una consistencia firme o si ya ha crecido en el tejido circundante. Esto último es indicativo de cáncer de paratiroides.
Al diagnosticar el cáncer de paratiroides, a menudo es difícil distinguirlo de un adenoma benigno de las glándulas paratiroides. Un diagnóstico inequívoco sólo es posible si ya se han producido la invasión vascular y la infiltración del carcinoma paratiroideo en el tejido vecino. En un examen ecográfico (ecografía), el cáncer de paratiroides aparece como un tumor pobre en ecos que es significativamente mayor que un adenoma benigno de la glándula paratiroides.
¿Cómo se trata el cáncer de paratiroides?
La primera forma de tratamiento del cáncer de paratiroides es la extirpación quirúrgica completa del tumor, incluyendo, si es necesario, el lóbulo tiroideo afectado (paratiroidectomía) y los ganglios linfáticos afectados. Tras la operación, el paciente suele tener que permanecer ingresado entre 3 y 4 días. Algunos pacientes pueden quejarse de dificultad para tragar después de la operación. No obstante, normalmente se puede empezar a comer con regularidad inmediatamente. Antes de que el paciente reciba el alta hospitalaria, se vuelven a comprobar los parámetros de laboratorio. Gracias a las suturas autodisolventes, no es necesario retirarlas. Aunque pocos pacientes se quejan de molestias tras la operación de paratiroides, debe evitarse el esfuerzo físico inmediatamente, es decir, durante las dos semanas siguientes a la operación. Aproximadamente un mes después de la operación, se programa el primer seguimiento. Para ello, se determinarán de nuevo los valores de laboratorio, que puede realizar el dermatólogo.
Si la cirugía no es posible, se utiliza medicación para intentar bajar el calcio sérico, por ejemplo administrando calcimiméticos (Cincacalcet). Además, el paciente debe eliminar sustancias urinarias bebiendo en exceso para intentar regular el equilibrio hídrico, electrolítico y ácido-base (diuresis forzada). Si el caso de cáncer de paratiroides es asintomático, al principio sólo se puede observar el tumor mediante revisiones periódicas.
¿Qué complicaciones pueden surgir?
Si la glándula paratiroides se extirpa completamente o se lesiona durante la intervención quirúrgica, puede producirse un nivel bajo de calcio en la sangre. Un nivel bajo de calcio puede causar los siguientes síntomas:
- Alteraciones sensoriales u hormigueo en las extremidades, pero también alrededor de la zona de la boca,
- Calambres musculares.
Para compensar el bajo contenido de calcio en la sangre, basta con tomar un comprimido de calcio al día. También puede administrarse vitamina D. La ingesta puede interrumpirse cuando el nivel de calcio sérico vuelva a estar por debajo del rango normal. La mayoría de los pacientes se recuperan espontáneamente a los pocos días o semanas de la intervención.
¿Cuál es el pronóstico del cáncer de paratiroides?
Si el carcinoma paratiroideo se diagnostica precozmente y puede extirparse quirúrgicamente, las probabilidades de recuperación suelen ser buenas. Sin embargo, aunque el tumor se extirpe completamente, sigue siendo posible que se formen metástasis más adelante o que vuelva a desarrollarse un nuevo tumor tras muchos años de tratamiento inicial. La tasa de recidiva es del 50%. Para un pronóstico positivo, es fundamentalmente importante que los síntomas de la hipercalcemia se contengan y se hagan controlables, por lo que el pronóstico del carcinoma paratiroideo no suele hacerse hasta después de la intervención quirúrgica. La tasa de supervivencia a 10 años oscila entre el 60 y el 70%.