Los días vuelven a ser más cortos, húmedos y grises. Cuando el tiempo se presenta, muchas personas sufren un estado de ánimo depresivo. La depresión invernal es un tema frecuente, sobre todo durante la estación fría. ¿Cómo se reconoce la depresión estacional y qué opciones de tratamiento existen?
Qué es la depresión invernal - y qué no es
Hoy en día, la depresión está en boca de todos. Cada vez más personas padecen los síntomas de ese estado de ánimo deprimente. Las causas suelen encontrarse en el equilibrio corporal de serotonina. La serotonina funciona como una sustancia mensajera que se produce en el cerebro. Para ello se necesita triptófano. Este aminoácido es capaz de atravesar la llamada "barrera hematoencefálica" y estimular así la formación de serotonina.
Esta sustancia mensajera se encarga principalmente de que las personas se sientan felices y satisfechas, transmitiendo señales a las células nerviosas correspondientes. Además, la serotonina es corresponsable del equilibrio del sistema hormonal. Puesto que la sustancia mensajera promueve los sentimientos de felicidad, desempeña un papel esencial en la depresión. Si hay muy poca serotonina en el cuerpo durante la estación oscura, esto favorece la liberación de la "hormona del sueño". La hormona melatonina nos vuelve perezosos, cansados y apáticos.
En la verdadera depresión invernal, hay por tanto una falta de serotonina, mientras que al mismo tiempo circula demasiada melatonina en el organismo. La causa principal es la falta de luz en invierno. En esto se diferencia la depresión estacional de la depresión verdadera, que es aguda durante todo el año y no está forzada directamente por la luz. Del mismo modo, la "depresión por falta de luz" difiere de la llamada "tristeza invernal", un estado de ánimo puramente depresivo. Esta última forma también se caracteriza por un bajo ánimo y un mal humor. Pero no es más que una fase que pasa con relativa rapidez. En cambio, la depresión invernal empieza en otoño y suele terminar en primavera, cuando los días se hacen más largos y luminosos.
Cómo reconocer la depresión invernal
La verdadera depresión invernal combina síntomas físicos y emocionales. Los síntomas son muy variados y no todos tienen por qué darse al mismo tiempo. No obstante, es aconsejable consultar a un médico en cuanto sospeches que sufres una depresión de este tipo.
Así pues, los síntomas psicológicos de una depresión por déficit de luz son sobre todo el miedo al futuro, la falta de ánimo, la tensión general y un humor cambiante. Básicamente, tiende a predominar el estado de ánimo depresivo. Los afectados sienten poca o ninguna alegría. Además, en muchos casos hay un sentimiento de desesperanza. En cambio, muchas personas sufren dolores de cabeza, ataques de sudoración o antojos de alimentos ricos en calorías que contienen el precursor triptófano (por ejemplo, chocolate, plátanos, etc.).
Cómo tratar la depresión en invierno
Se recomienda especialmente pasar tiempo al aire libre y en el aire fresco todos los días, idealmente a la hora de comer. Incluso en invierno, cuando el cielo está nublado, es cuando la luz solar más natural incide en la retina. Si haces esto con regularidad, ayudarás a tu cuerpo a recibir suficiente luz y, por tanto, a potenciar la producción de serotonina.
Sin embargo, si existe la sospecha de que la enfermedad está presente desde hace tiempo y ha progresado, merece la pena acudir al médico. Tras una conversación (anamnesis), el médico determinará la posible terapia, siempre que se trate de una auténtica depresión invernal. El tratamiento depende principalmente de la causa y la gravedad de la depresión. En principio, hay tres opciones de terapia:
- terapia de luz
- medicación
- psicoterapia
Normalmente, el tratamiento con lámparas de luz es la primera opción. El paciente se expone regularmente a una luz brillante. Mientras tanto, el comercio especializado ofrece lámparas de luz diurna adecuadas para compensar la falta de luz.
Además, los fármacos especiales (por ejemplo, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) son adecuados para tratar la depresión invernal. Estos fármacos hacen que aumente la concentración de las "hormonas de la felicidad" y que funcione mejor la transmisión de señales.
El tratamiento con psicoterapia es especialmente adecuado en los casos graves. Junto con la medicación adecuada (antidepresivos), suele ser posible mejorar los sentimientos y superar la depresión invernal.
Qué es la depresión invernal - y qué no es
Hoy en día, la depresión está en boca de todos. Cada vez más personas padecen los síntomas de ese estado de ánimo deprimente. Las causas suelen encontrarse en el equilibrio corporal de serotonina. La serotonina funciona como una sustancia mensajera que se produce en el cerebro. Para ello se necesita triptófano. Este aminoácido es capaz de atravesar la llamada "barrera hematoencefálica" y estimular así la formación de serotonina.
Esta sustancia mensajera se encarga principalmente de que las personas se sientan felices y satisfechas, transmitiendo señales a las células nerviosas correspondientes. Además, la serotonina es corresponsable del equilibrio del sistema hormonal. Puesto que la sustancia mensajera promueve los sentimientos de felicidad, desempeña un papel esencial en la depresión. Si hay muy poca serotonina en el cuerpo durante la estación oscura, esto favorece la liberación de la "hormona del sueño". La hormona melatonina nos vuelve perezosos, cansados y apáticos.
En la verdadera depresión invernal, hay por tanto una falta de serotonina, mientras que al mismo tiempo circula demasiada melatonina en el organismo. La causa principal es la falta de luz en invierno. En esto se diferencia la depresión estacional de la depresión verdadera, que es aguda durante todo el año y no está forzada directamente por la luz. Del mismo modo, la "depresión por falta de luz" difiere de la llamada "tristeza invernal", un estado de ánimo puramente depresivo. Esta última forma también se caracteriza por un bajo ánimo y un mal humor. Pero no es más que una fase que pasa con relativa rapidez. En cambio, la depresión invernal empieza en otoño y suele terminar en primavera, cuando los días se hacen más largos y luminosos.
Cómo reconocer la depresión invernal
La verdadera depresión invernal combina síntomas físicos y emocionales. Los síntomas son muy variados y no todos tienen por qué darse al mismo tiempo. No obstante, es aconsejable consultar a un médico en cuanto sospeches que sufres una depresión de este tipo.
Así pues, los síntomas psicológicos de una depresión por déficit de luz son sobre todo el miedo al futuro, la falta de ánimo, la tensión general y un humor cambiante. Básicamente, tiende a predominar el estado de ánimo depresivo. Los afectados sienten poca o ninguna alegría. Además, en muchos casos hay un sentimiento de desesperanza. En cambio, muchas personas sufren dolores de cabeza, ataques de sudoración o antojos de alimentos ricos en calorías que contienen el precursor triptófano (por ejemplo, chocolate, plátanos, etc.).
Cómo tratar la depresión en invierno
Se recomienda especialmente pasar tiempo al aire libre y en el aire fresco todos los días, idealmente a la hora de comer. Incluso en invierno, cuando el cielo está nublado, es cuando la luz solar más natural incide en la retina. Si haces esto con regularidad, ayudarás a tu cuerpo a recibir suficiente luz y, por tanto, a potenciar la producción de serotonina.
Sin embargo, si existe la sospecha de que la enfermedad está presente desde hace tiempo y ha progresado, merece la pena acudir al médico. Tras una conversación (anamnesis), el médico determinará la posible terapia, siempre que se trate de una auténtica depresión invernal. El tratamiento depende principalmente de la causa y la gravedad de la depresión. En principio, hay tres opciones de terapia:
- terapia de luz
- medicación
- psicoterapia
Normalmente, el tratamiento con lámparas de luz es la primera opción. El paciente se expone regularmente a una luz brillante. Mientras tanto, el comercio especializado ofrece lámparas de luz diurna adecuadas para compensar la falta de luz.
Además, los fármacos especiales (por ejemplo, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) son adecuados para tratar la depresión invernal. Estos fármacos hacen que aumente la concentración de las "hormonas de la felicidad" y que funcione mejor la transmisión de señales.
El tratamiento con psicoterapia es especialmente adecuado en los casos graves. Junto con la medicación adecuada (antidepresivos), suele ser posible mejorar los sentimientos y superar la depresión invernal.