Actinobacilos y endocarditis
Perspectivas sobre el papel de las bacterias y el potencial de la terapia de frecuencia
Cuando hablamos de endocarditis, el término actinobacilos aparece a menudo en el mundo médico
.
Este grupo de bacterias puede causar
diversas enfermedades en humanos y animales, incluida la infección
potencialmente mortal del revestimiento del corazón, conocida como endocarditis.
Pero, ¿qué son exactamente los actinobacilos y cómo puede tratarse la endocarditis causada por ellos? En este artículo examinaremos el papel de las actinobacterias en el desarrollo de la endocarditis y presentaremos un enfoque terapéutico innovador -la terapia de frecuencia- .
¿Qué son los actinobacilos?
Los actinobacilos son un género de bacterias gramnegativas, que pertenecen a la familia Pasteurellaceae. Son patógenos facultativos, lo que significa que pueden causar enfermedades, pero no necesariamente lo hacen. Los actinobacilos pueden encontrarse en la flora normal de la boca y la garganta en humanos y animales. Una de las especies más conocidas de este género es el Actinobacillus actinomycetemcomitans, que está especialmente asociado a la enfermedad periodontal humana.
La relación entre los actinobacilos y la endocarditis
La endocarditis es la inflamación de la capa interna del corazón, el endocardio, y suele afectar a las válvulas cardiacas. Es una enfermedad grave, que puede ser mortal si no se trata. La endocarditis bacteriana está causada por diversas bacterias, entre ellas actinobacilos. Estas bacterias pueden llegar al corazón a través del torrente sanguíneo y colonizarlo. El riesgo de endocarditis es especialmente alto en personas con válvulas cardíacas dañadas previamente o válvulas cardíacas artificiales.
Los síntomas de la endocarditis suelen ser inespecíficos y pueden incluir fiebre, fatiga, escalofríos, ruidos cardíacos nuevos o alterados, petequias (pequeños puntos rojos en la piel), nódulos de Osler (nódulos dolorosos en los dedos de manos o pies) y lesiones de Janeway (manchas indoloras rojas o moradas en las palmas de las manos o las plantas de los pies).
Diagnóstico y tratamiento tradicional
La endocarditis se diagnostica por varios métodos , incluidos los hemocultivos para identificar el patógeno causante y técnicas de imagen como la ecocardiografía para examinar las válvulas cardiacas. El tratamiento suele consistir en terapia antibiótica prolongada administrada por vía intravenosa en dosis elevadas, y a veces incluso es necesaria la cirugía para reparar o sustituir las válvulas cardiacas dañadas.
La terapia de frecuencia como enfoque complementario
Además del tratamiento tradicional, también existen enfoques terapéuticos alternativos, como la terapia de frecuencia. Este método de tratamiento se basa en la suposición de que toda forma de materia, incluidas las bacterias como los actinobacilos, tiene una frecuencia electromagnética específica. En la terapia de frecuencia , se utilizan ondas electromagnéticas para "perturbar" estas frecuencias y, de este modo, perjudicar la función de las bacterias o matarlas.
La terapia de frecuencia se investiga desde hace varias décadas y tiene diversas aplicaciones, como en el tratamiento del dolor y en el apoyo al sistema inmunitario. En lo que respecta al tratamiento de enfermedades infecciosas como la endocarditis, los resultados son prometedores, pero es necesario seguir investigando para confirmar la eficacia y seguridad de este método.