¿Qué es un fibroma?
Un fibroma es una nueva formación de tejido conjuntivo en la que se producen diversos crecimientos debidos a determinadas células del tejido conjuntivo (los llamados fibrocitos). Los fibromas son pequeños tumores benignos.
¿Qué formas de fibromas se distinguen?
Los fibromas se dividen en las siguientes formas
- Fibroma blando (fibroma molle o fibroma pendulans):
- son tumores pequeños, del color de la piel, que pueden darse tanto en mujeres como en hombres, pero que afectan más a las personas con sobrepeso que a la media. Los fibromas blandos suelen formarse por primera vez durante la pubertad, como protuberancias cutáneas de unos pocos milímetros de tamaño. Por su aspecto, los fibromas blandos también se denominan coloquialmente verrugas pedunculadas, ya que cuelgan como una pequeña bolsa de una base estrecha. Los fibromas blandos suelen formarse en el cuello, las axilas y la ingle. Pueden aparecer aislados o en múltiplos.
- Fibroma duro (histiocitoma o dermatofibroma):
- aparecen con especial frecuencia en las piernas, pero también en los brazos o en la zona del tronco. La mayoría de los adultos tienen al menos un fibroma duro, que aparece como un nódulo de color oscuro a marrón claro de unos milímetros de tamaño en la piel. Las mujeres jóvenes tienen más probabilidades que la media de desarrollar un fibroma duro en las piernas.
- Fibroma de irritación:
- se trata de un fibroma de la mucosa de la boca, que aparece sobre todo cuando hay zonas irritadas recurrentes en la boca. Esto incluye principalmente la zona de las mejillas, pero también las encías o la zona cutánea lateral de la lengua. Un fibroma irritante es un nódulo pequeño, liso y limitado, del mismo color que el tejido circundante o ligeramente más claro.
Los fibromas óseos, que son bastante raros pero forman tumores, pueden dividirse en los siguientes subtipos:
- Fibroma osificante: es un tumor benigno poco frecuente del cráneo facial. Suele aparecer en el hueso maxilar inferior.
- Fibromano osificante (defecto cortical ): es una alteración patológica del tejido conjuntivo del hueso, que en algunos casos desarrollan los niños.
- Fibromacondromixoide: suele aparecer en huesos tubulares largos y afecta sobre todo a adolescentes.
- Fibromadesmoplásico: describe un tumor óseo de crecimiento agresivo que afecta sobre todo a jóvenes.
- Angiofibroma: se localiza en la nasofaringe, tiene muchos vasos que lo atraviesan y se da casi exclusivamente en adolescentes varones.
¿Cuáles son las causas de los fibromas?
En la mayoría de los casos, las causas de los fibromas siguen siendo desconocidas. Los fibromas blandos, que pertenecen al grupo de los harmartomas, pueden desarrollarse debido a un defecto en el tejido germinal embrionario, a partir del cual pueden desarrollarse con el tiempo diversas formas de tejido (las llamadas diferenciaciones).
Además, algunas enfermedades tienen la reputación de contribuir a la formación de hamartomas. Entre ellas está el síndrome de Cowden, por ejemplo, pero también la neurofibromatosis tipo 1 (enfermedad de Recklinghausen). Por tanto, los factores hereditarios desempeñan un papel central en el desarrollo de un fibroma.
Por otra parte, los fibromas duros afectan con más frecuencia que la media a pacientes con lupus eritematoso sistémico, así como con SIDA por inmunodeficiencia y/o un sistema inmunitario suprimido por medicación, por ejemplo tras un trasplante. Los médicos suponen que los fibromas duros pueden formarse como consecuencia de pequeñas inflamaciones del tejido conjuntivo, como tras picaduras de insectos, espinas de plantas o la inflamación de un folículo piloso (foliculitis).
¿Cuáles son los síntomas de un fibroma?
Un fibroma es visible en el exterior de la piel, pero no suele causar dolor a menos que se lesione. Como fibroma blando, puede adoptar una forma pediculada o formar pequeñas arrugas en la superficie si se trata de un crecimiento grande. Por regla general, la mayoría de los fibromas son de color piel. Si intentas girarlos, adquieren un color entre rojo y negro debido a la lesión de los vasos sanguíneos. Los fibromas duros, en cambio, suelen tener un tono de color entre algo más oscuro y marrón grisáceo, y están ligeramente elevados o hundidos en relación con la superficie de la piel. Los fibromas duros se caracterizan por su típico signo de Fitzpatrick: Si aprietas la zona alrededor del fibroma duro con los dedos pulgar e índice, se hunde en la piel.
¿Cómo se diagnostica un fibroma?
Los fibromas los diagnostica un dermatólogo. Si se trata de un fibroma típico, puede verse a simple vista. Sin embargo, para un examen más detallado, el dermatólogo puede utilizar un instrumento especial de aumento (llamado dermatoscopio) para evaluar mejor la dimensión, la forma y el tamaño, pero también la estructura y los bordes. Si existe la sospecha de que se trata de un crecimiento maligno, el llamado melanoma maligno, el dermatólogo tomará una muestra de tejido que podrá examinarse histológicamente.
¿Cómo se trata un fibroma?
Desde un punto de vista médico, no es necesario tratar un fibroma, porque tanto los fibromas blandos como los duros suelen ser inofensivos. Los fibromas no conllevan riesgo de degeneración, ni pueden convertirse en cáncer de piel. Suelen dejar de crecer cuando alcanzan cierto tamaño y permanecen inalterados.
No obstante, algunos pacientes desean que se les extirpe un fibroma por motivos estéticos. Esto ocurre sobre todo si el fibroma está en la cara, el cuello o la zona íntima. Los fibromas de mayor tamaño también suponen cierto riesgo de lesión, ya que pueden engancharse fácilmente con la ropa o las joyas, por lo que suelen extirparse. La intervención no suele ser complicada. Según el tamaño del fibroma, el dermatólogo puede realizar la extirpación con anestesia local. Según la dimensión y la forma del crecimiento, puede ser necesario suturar la zona después.