¿Qué es una inflamación del lecho ungueal?
La inflamación del lecho ungueal (oniquia o panaritio subungueal) es una inflamación, principalmente bacteriana, del tejido sobre el que descansa la lámina ungueal (lecho ungueal). A veces, la inflamación del lecho ungueal puede extenderse a la zona de tejido que rodea la lámina ungueal (pared ungueal) y suele ir acompañada de enrojecimiento, picor y/o dolor. En caso de inflamación aguda del lecho ungueal, también puede acumularse pus bajo la uña. Tanto las uñas de los pies como las de las manos pueden verse igualmente afectadas por la inflamación del lecho ungueal, y en Alemania representa alrededor del 30% de todas las infecciones que pueden producirse en la zona de las manos.
¿Qué tipos de infecciones del lecho ungueal existen?
Según el curso de la enfermedad, los médicos distinguen entre inflamación crónica y aguda del lecho ungueal. La inflamación crónica del lecho ungueal se produce cuando la inflamación reaparece al cabo de un tiempo, a pesar del éxito del tratamiento. Lo más frecuente es que padezcan inflamación crónica del lecho ungueal las personas con un sistema inmunitario debilitado o las que tienen contacto frecuente con sustancias que dañan la piel. En cambio, la inflamación aguda del lecho ungueal puede afectar a cualquiera sin necesidad de factores de riesgo especiales y suele ser más dolorosa que la inflamación crónica del lecho ungueal. A diferencia de la inflamación crónica del lecho ungueal, la forma aguda suele afectar sólo a una uña del pie o de la mano.
¿Qué causa la inflamación del lecho ungueal?
La inflamación del lecho ungueal suele estar causada por bacterias estafilocócicas. En raras ocasiones, otras bacterias, pero también hongos (por ejemplo, levaduras) o virus (por ejemplo, virus del herpes) pueden causar inflamación del lecho ungueal. Sin embargo, hay que subrayar que las bacterias, hongos o virus sólo pueden causar inflamación en la piel dañada. Incluso pequeñas heridas o irritaciones cutáneas son suficientes para que los agentes patógenos penetren en la piel.
En particular, las mujeres que practican un cuidado excesivo de las uñas o las personas con tendencia a tener la piel seca sufren a menudo inflamación del lecho ungueal. Las personas con trastornos circulatorios, diabetes mellitus o neurodermatitis crónica también pertenecen a los grupos de riesgo de inflamación del lecho ungueal. Lo mismo ocurre con los enfermos de cáncer y las personas con un sistema inmunitario debilitado.
¿Cuáles son los síntomas de la inflamación del lecho ungueal?
La inflamación del lecho ungueal suele manifestarse por un fuerte enrojecimiento de la zona de piel afectada. Sobre todo en las primeras fases, la piel que rodea el lecho ungueal también puede picar. En una fase posterior, también puede haber hinchazón y un brillo rojizo de la piel, y puede haber dolor ocasional que se nota especialmente cuando se aplica presión. Este dolor puede aumentar al cabo de pocos días y puede producirse incluso si los dedos de las manos o de los pies afectados no están expuestos a irritación.
Si la zona de piel afectada también está sobrecalentada, esto también puede indicar una inflamación. En el caso de un panaritio subungueal, suele acumularse pus bajo la uña al cabo de varios días. Además de dolor intenso, esto puede ir acompañado incluso de desprendimiento de la lámina ungueal del lecho ungueal. Sin embargo, también es posible que el pus drene por sí solo por el borde lateral de la uña. Si la acumulación de pus no estalla, puede ser necesaria una apertura quirúrgica.
En cualquier caso, debe consultarse a un médico si se sospecha una inflamación del lecho ungueal. Si no se trata la inflamación, puede verse afectado el crecimiento de la uña.
¿Cómo se diagnostica la inflamación del lecho ungueal?
Las personas sanas con un sistema inmunitario intacto deben observar la inflamación del lecho ungueal durante unos días. Esto se debe a que suele curarse por sí sola. Sin embargo, si no hay mejoría al cabo de unos tres días o si los síntomas incluso empeoran, sin duda debes acudir al médico. Por otra parte, los pacientes con un sistema inmunitario debilitado deben consultar a un médico en las primeras fases de la inflamación del lecho ungueal.
En primer lugar, el médico generalista o el dermatólogo elaborará el historial médico del paciente (anamnesis) pidiéndole una descripción detallada del tipo, el curso y las molestias. A continuación, es probable que el médico lleve a cabo una exploración física, durante la cual se examinarán detalladamente las zonas cutáneas afectadas. Esto suele bastar para hacer un diagnóstico inicial. Para confirmar el diagnóstico, el médico también puede tomar una muestra para descartar un cáncer de piel (carcinoma de células escamosas), por ejemplo, y al mismo tiempo determinar el agente patógeno que causó la infección.
¿Cómo se trata la inflamación del lecho ungueal?
Si la inflamación del lecho ungueal está en su fase inicial, normalmente el paciente puede tratarla por sí mismo. Por ejemplo, la uña del pie o de la mano afectada puede bañarse varias veces en agua templada. Esto ablanda la córnea y el pus puede drenar más fácilmente. Un tratamiento adicional con manzanilla alivia el dolor y favorece el proceso de curación. Además de este método de tratamiento, hay una serie de remedios caseros, así como medicamentos de venta libre, que pueden utilizarse en el tratamiento de la inflamación del lecho ungueal. Sin embargo, si no hay mejoría al cabo de unos días, debe consultarse a un médico para iniciar otras medidas de tratamiento. Si, por el contrario, se trata de un caso más grave de inflamación del lecho ungueal o si el paciente está debilitado por otras enfermedades, el tratamiento suele ser asumido por el médico desde el principio.