Fortalecer el sistema inmunitario con la terapia de frecuencia y mucho más
Partiendo de la base de que todo organismo humano, así como todo agente patógeno, emite determinadas frecuencias, la terapia de frecuencia pretende hacer vibrar los agentes patógenos de tal modo que el sistema inmunitario pueda destruirlos o combatirlos.
La terapia de frecuencia se considera un método de tratamiento alternativo que da resultados asombrosos no sólo para el cáncer, sino también para otras enfermedades diversas.
En combinación con los suplementos nutricionales adecuados, se dice que la terapia de frecuencia no sólo mata específicamente patógenos, bacterias, hongos o virus, sino que también favorece las funciones de los órganos humanos, estimula los procesos de desintoxicación y refuerza el sistema inmunitario.
El siguiente artículo revela el procedimiento exacto de la terapia de frecuencia, cómo se aplica y qué se sabe sobre su modo de acción.
¿Qué es la terapia de frecuencia?
La terapia de frecuencia toma al pie de la letra las expresiones "sentir vibraciones negativas" o "no estar en la misma longitud de onda".
Esto se debe a que la terapia de frecuencia se basa en la suposición de que cada vibración que emite cada célula, organismo y órgano puede percibirse.
En la terapia de frecuencia, que a menudo también se denomina terapia de resonancia, estas oscilaciones deben debilitarse o amplificarse deliberadamente mediante determinados dispositivos de terapia de frecuencia, con el fin de cambiar las estructuras del cuerpo.
Incluso intensidades de corriente relativamente bajas, en combinación con la frecuencia de transmisión correspondiente, deben provocar una reacción en el receptor.
Esta reacción consiste en que la terapia de frecuencia tiene un efecto directo sobre el agente patógeno.
Al administrar descargas eléctricas al agente patógeno, éste resulta dañado y se refuerza el sistema inmunitario.
La idea de la terapia de frecuencia no es nueva.
La acupuntura también funciona con distintas frecuencias y se utiliza con éxito para tratar una gran variedad de enfermedades.
En la actualidad, la terapia de frecuencia se considera una de las formas de terapia más innovadoras y con más visión de futuro de la medicina complementaria.
Existen distintos tipos de terapia de frecuencia, cada uno con efectos muy diferentes en el organismo humano.
¿Quién inventó la terapia de frecuencia?
Como subárea de la electroterapia, la terapia de frecuencia se remonta a varios científicos.
Una de las primeras formas de electroterapia, que se utilizó con fines médicos, se remonta a los tiempos de la avanzada civilización egipcia. La aplicación de anguilas eléctricas, siluros eléctricos o rayas eléctricas tenía por objeto curar la gota u otros dolores. Todas estas especies de peces tienen un órgano específico, el llamado electroplax, que genera descargas eléctricas de hasta 50 mA. Se descubrió que las descargas eléctricas no son peligrosas para el ser humano, pero son extremadamente eficaces.
Los conocimientos sobre estas descargas eléctricas se utilizaron durante siglos, hasta que la medicina ortodoxa los relegó a un segundo plano hacia 1920.
No fue hasta la década de 1930 cuando el Dr. Royal Raymond Rife redescubrió el conocimiento de las resonancias electromagnéticas en el curso de sus investigaciones sobre el cáncer.
Descubrió que los distintos agentes patógenos tienen secuencias electromagnéticas diferentes y que se puede influir en los organismos vivos utilizando determinadas frecuencias.
Para sus estudios, Rife desarrolló su famoso microscopio especial, que tenía una gran resolución. Con la ayuda de este microscopio, pudo observar cómo morían los patógenos cuando se les aplicaban determinadas frecuencias. En la década de 1950, Rife desarrolló un dispositivo especial de terapia de frecuencia que emitía ondas electromagnéticas en el cuerpo a través de electrodos.
Estas ondas electromagnéticas hacían vibrar deliberadamente a los agentes patógenos para que murieran o quedaran tan debilitados que pudieran ser destruidos por el propio sistema inmunitario del organismo. Rife denominó a estas oscilaciones "frecuencias asesinas". Estas frecuencias son comparables a las de un cantante de ópera que puede hacer saltar cristales. Si se alcanza la frecuencia exacta del agente patógeno, las cadenas de ADN se disuelven según el principio de resonancia y el agente patógeno queda destruido. Las "frecuencias asesinas" existen para una gran variedad de agentes patógenos y, según los investigadores, pueden utilizarse para tratar enfermedades.
Dado que el tratamiento de bajo coste de Rife contra el cáncer fue boicoteado por la industria farmacéutica, sus estudios sólo fueron retomados décadas más tarde por la científica Dra. Hulda Clark.
Al igual que Rife, Clark también investigó con las firmas electromagnéticas de bacterias, parásitos y virus. Clark también consiguió identificar numerosas frecuencias mediante las cuales se podía dañar específicamente a los patógenos. Desarrolló varios dispositivos para la terapia de frecuencias, que debían matar bacterias, virus y/o parásitos mediante oscilaciones especiales.
El médico Dr. Beck utilizó las notas de Clark como base para el desarrollo de su dispositivo de electrificación de la sangre. Con la ayuda de este dispositivo, la sangre del paciente debía purificarse mediante una pequeña dosis de electricidad. En combinación con el dispositivo de electrificación de la sangre, el Dr. Beck recomendó la terapia de campo magnético que había desarrollado, que debía tener un efecto intensificador utilizando plata coloidal.
Además del Dr. Rife, la Dra. Clark y el Dr. Beck, el Instituto de NLS-Informationsmedizin GmbH también ha podido identificar diversas frecuencias capaces de favorecer las funciones de los órganos humanos, sobre todo en los últimos años.
¿Cómo funciona la terapia de frecuencia?
La terapia de frecuencia se basa en el supuesto de que cada órgano y cada célula tienen patrones de frecuencia electromagnética individuales. Si estos patrones de frecuencia están desequilibrados, puede indicar una enfermedad incipiente o existente.
La terapia de frecuencia pretende no sólo reconocer el cambio en los patrones de frecuencia en una fase temprana, sino también ser capaz de cambiarlos.
En la terapia de frecuencia, un dispositivo especial controlado por software, que está conectado a un ordenador, se conecta al cuerpo mediante electrodos adhesivos. (Esto es así al menos si el tratamiento lo lleva a cabo un médico en una consulta.
Mientras tanto, sin embargo, también existen ciertos aparatos de terapia de frecuencia para uso doméstico) A través del aparato se envían al organismo humano frecuencias comprendidas entre menos de un Hz y más de 120 GHz. De este modo, se hace vibrar a patógenos como bacterias, virus u hongos y, si es necesario, se les mata o debilita de modo que el propio sistema inmunitario del organismo pueda luchar contra el patógeno.
¿Para qué ámbitos de aplicación es adecuada la terapia de frecuencia?
La terapia de frecuencia puede utilizarse como terapia contra el dolor. Muchos pacientes con dolor informan del efecto positivo de la terapia de frecuencia y dicen que necesitan menos analgésicos gracias a esta medida terapéutica.
Pero también las enfermedades de la piel, las alergias o los trastornos metabólicos pueden tratarse con la terapia de frecuencia.
Muchos terapeutas hablan también de un efecto positivo en el tratamiento de infecciones persistentes como la enfermedad de Lyme, el herpes simple, el VPH o la sinusitis.
Además, la terapia de frecuencia también puede utilizarse como tratamiento de apoyo contra el cáncer, sobre todo cuando la radioterapia o la quimioterapia no han producido el éxito deseado.
Además, la terapia de frecuencia puede ayudar como medida terapéutica adicional en la regeneración celular, por ejemplo después de un cáncer.
La terapia de frecuencia también puede utilizarse para reforzar el sistema inmunitario y eliminar sustancias nocivas.
En este caso, los riñones, los intestinos, el hígado y el sistema linfático reciben el apoyo de las frecuencias correspondientes y se eliminan posibles agentes patógenos como bacterias, parásitos, hongos o virus.
En combinación con la terapia de frecuencias, también pueden utilizarse infusiones alcalinas, plata coloidal y baños completos y de pies. Refuerzan las defensas del organismo contra bacterias y virus.
Enfoques de la terapia de frecuencia
Los médicos distinguen dos enfoques con respecto a la terapia de frecuencia, que suelen basarse el uno en el otro:
- Exploración general del cuerpo: En este caso, se examina a todo el paciente para obtener de él una lectura de las frecuencias que produce. En concreto, se buscan anomalías en los niveles de frecuencia de los órganos y otras zonas del cuerpo. De este modo, se determina el estado respectivo del órgano y si hay o no agentes patógenos en las partes correspondientes del cuerpo.
En función de los resultados del examen, se restablecerá el nivel óptimo de vibración de la zona corporal correspondiente mediante la terapia de frecuencia. - Curación dirigida: Normalmente, este método sigue al escáner corporal general. Tras el escáner corporal general, una zona del cuerpo puede clasificarse como problemática y tratarse en el marco de la curación dirigida. Los médicos parten de la base de que cada órgano responde a una frecuencia distinta. Por ejemplo, mientras que el cerebro tiene una frecuencia alta de 72 a 78 Hz, el páncreas tiene una frecuencia de 60 a 80 Hz y el estómago una frecuencia entre 58 y 65 Hz. No sólo las toxinas, sino también los agentes patógenos funcionan a una frecuencia más baja. Si esta frecuencia del agente patógeno afecta a un determinado órgano, el valor de la frecuencia también baja en consecuencia para el órgano correspondiente. Dentro de la técnica de curación dirigida, la frecuencia de la parte del cuerpo correspondiente debe elevarse de nuevo al nivel original.
Tratamiento del cáncer mediante terapia de frecuencia
El Dr. Rife partió de la base de que muchos tumores están causados por microorganismos. En el marco de sus trabajos de investigación, Rife consiguió desarrollar las llamadas "frecuencias asesinas", con las que afirma haber destruido completamente los tumores producidos en el laboratorio. Para su trabajo, desarrolló un aparato de terapia de frecuencias, que posteriormente fue modificado y perfeccionado por diversos investigadores. Sin embargo, especialmente en lo que se refiere a la terapia del cáncer, un aparato de terapia de frecuencia de este tipo no debe utilizarse nunca sin ayuda profesional. Puesto que siempre hay distintas causas detrás de una enfermedad, el médico debe tener en cuenta primero el estado general de salud del paciente y, en consecuencia, la terapia de frecuencia debe ir acompañada de un profesional.
¿Cuáles son los distintos aparatos de terapia de frecuencia?
Hay distintos aparatos de terapia de frecuencia que pueden utilizarse para distintos tipos de terapia de frecuencia. En general, el tratamiento con un aparato de terapia de frecuencia es completamente indoloro para el paciente. Algunos pacientes experimentan una ligera sensación de hormigueo durante el tratamiento, pero a la mayoría les resulta agradable.
- Generador de plasma: Este aparato de terapia de frecuencia no entra en contacto físico directo con el paciente. En su lugar, el generador de plasma crea un campo electromagnético alrededor del cuerpo del paciente con un radio de unos cinco metros. Con el generador de plasma, las frecuencias también pueden emitirse a capas de tejido y órganos más profundos. Esto significa que se pueden conseguir los efectos deseados incluso dentro del hueso.
- Zapper: Este aparato fue desarrollado en distintas versiones por la Dra. Hulda Clark y el Dr. Beck. El zapper transmite frecuencias al cuerpo a través de la piel. Como hay una resistencia de transmisión en la piel y una resistencia interna en el cuerpo, que juntas ascienden a unos 2.500 ohmios, el zapper no llega a las capas más profundas ni a los órganos llenos de aire, como los pulmones. Además, no es posible que las frecuencias emitidas por el zapper penetren en los huesos. Por tanto, el zapper es adecuado principalmente para dañar o destruir microorganismos, para la terapia del dolor, para la terapia de estimulación y para la desintoxicación.
¿Dónde se pueden comprar los aparatos de terapia de frecuencia?
Los aparatos de terapia de frecuencia pueden comprarse a médicos, pero también a médicos alternativos. Es importante distinguir entre los aparatos que son explícitamente adecuados para uso doméstico y los que deben realizarse en la consulta de un médico. También hay diferencias en la finalidad del tratamiento. Mientras que algunos aparatos de terapia de frecuencia con programas sencillos sólo sirven para reforzar el sistema inmunitario y deben utilizarse en combinación con suplementos dietéticos, otros se utilizan específicamente para tratar patrones de enfermedad.
¿Para quién es adecuada la terapia de frecuencia?
Los médicos pueden utilizar un dispositivo denominado NLS para diagnosticar diversas afecciones médicas. Un dispositivo NLS es un aparato de análisis no lineal que detecta vibraciones desarmónicas e indica qué bacterias y virus hay en qué órganos. Para destruir estos microorganismos, se puede utilizar un dispositivo de plasma o un zapper. Por tanto, lo ideal es que la terapia de frecuencia se utilice siempre en combinación con la medicina convencional y que los pacientes consulten siempre a un médico especialista antes de iniciar la medida terapéutica. Así, el médico no sólo puede determinar el tipo de terapia de frecuencia adecuado para el paciente, sino también medir el éxito de las medidas terapéuticas en el curso del tratamiento. Desaconsejamos expresamente el autotratamiento en el contexto de la terapia de frecuencia.
Eficacia de la terapia de frecuencia para el cáncer
En el curso de numerosos estudios de investigación se ha comprobado que la aplicación de las siguientes frecuencias para el tratamiento de las siguientes enfermedades cancerosas puede proporcionar alivio:
- Cáncer de páncreas: las células de este tipo de cáncer son especialmente susceptibles entre 100.000 y 300.000 Hz,
- Leucemia: se dice que las frecuencias denominadas con el nombre de tecnología OPEF ("campo eléctrico pulsado oscilante") matan una media del 25% al 40% de las células leucémicas. En algunos pacientes, la tasa de eliminación de células leucémicas llega al 60%. Se dice incluso que la aplicación regular y adecuada de terapias de frecuencia en presencia de leucemia ralentiza el crecimiento de las células cancerosas hasta en un 65%.
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¿Cuáles son las contraindicaciones de la terapia de frecuencia?
La terapia de frecuencia no debe realizarse durante el embarazo ni en pacientes con marcapasos. Si el paciente tiene implantes de mayor tamaño, esto también puede ser una contraindicación para realizar una terapia de frecuencia.