¿Qué es un quiste perineural?

Un quiste perineural es una protuberancia llena de líquido cefalorraquídeo a la salida del conducto raquídeo y es una enfermedad poco frecuente. Un quiste perineural puede aparecer aislado o en múltiplos y se debe a un desequilibrio de presión en el espacio del LCR.

¿Cuáles son las causas del desarrollo de un quiste perineural?

Si hay un desequilibrio de presión en el espacio del LCR, puede desarrollarse un quiste perineural. La causa de esta alteración de la relación de presiones puede ser una aracnoiditis. Se trata de una inflamación crónica de la aracnoides, la llamada piel de telaraña, el centro de las tres meninges. El espacio del líquido cefalorraquídeo está delimitado por la membrana aracnoidea y normalmente lo cierra herméticamente. Sin embargo, si hay una inflamación crónica de la aracnoides, se desarrolla tejido cicatricial que puede pegar los nervios. Esto provoca una alteración del flujo del líquido cefalorraquídeo, desequilibrando el sistema.

¿Cuáles son los síntomas de un quiste perineural?

Dependiendo del tamaño del quiste perineural, pueden aparecer diversos síntomas, que pueden ser similares a los de otras enfermedades degenerativas de la columna vertebral, como la espondilolistesis o la hernia discal. Los síntomas más frecuentes son

• Dolor en la parte baja de la espalda, que puede incluso extenderse a las nalgas y/o las piernas,
• una sensación de temperatura alterada,
• una sensación de hormigueo que puede desplazarse desde la parte inferior del abdomen y la espalda hasta los pies,
• Debilidad en las piernas

¿Cómo se diagnostica un quiste perineural?

En la mayoría de los casos, un quiste perineural se diagnostica por casualidad si no ha habido síntomas previos. Para el diagnóstico pueden utilizarse los métodos habituales de diagnóstico por imagen. La resonancia magnética (RM) puede utilizarse para visualizar el quiste perineural examinando la columna lumbar.

¿Cómo se trata un quiste perineural?

El tratamiento del quiste perineural suele ir encaminado a eliminar la causa del desarrollo del quiste, es decir, la relación de presión alterada. Esto puede conseguirse, por ejemplo, mediante cirugía. Se cierran las fístulas del quiste o se rellenan las cavidades del sacro OS mediante un injerto de grasa.

También es posible drenar el quiste. En este caso, el quiste se separa cuidadosamente del tejido circundante y se extrae el líquido. Si el quiste no drena espontáneamente, puede drenarse y parchearse con un parche dural biosintético. Se trata de un procedimiento que se realizó por primera vez en EE.UU. y luego se extendió a Europa.