¿Qué es un tumor de cuello?
Se denomina tumor de cuello a una variedad de cánceres de la zona de la cabeza y el cuello. Además del carcinoma faríngeo, también pertenecen al tumor de cuello el carcinoma laríngeo o laríngeo, así como otras formas de carcinoma de la cavidad oral. Todas estas formas de tumores de garganta tienen en común que permanecen asintomáticas durante mucho tiempo, por lo que suelen diagnosticarse bastante tarde. Los tumores malignos de cuello, causados por la degeneración de células normales en tumores malignos, son el tipo de cáncer más frecuente en todo el mundo, y sólo en Alemania afectan a más de 15.000 pacientes al año. En el momento del diagnóstico, el tumor de cuello suele estar ya en fase avanzada en la mayoría de los pacientes.
¿Qué causa un tumor de cuello?
Las causas más frecuentes del desarrollo de tumores de cuello son el abuso de alcohol y el consumo de nicotina. Algunos estudios también han podido detectar virus del papiloma humano (VPH) en las muestras de tejido tumoral de un tumor de cuello, por lo que los médicos suponen que los virus del papiloma también pueden ser responsables del desarrollo de tumores de cuello. Dado que los virus del papiloma humano son agentes infecciosos de transmisión sexual, pueden entrar en la boca y la garganta a través del sexo oral, por ejemplo. Según los estudios, practicar sexo oral puede multiplicar por 4,4 el riesgo de tumores de garganta.
¿Cómo se puede prevenir un tumor de garganta?
Para reducir el riesgo de desarrollar tumores de garganta, se debe fumar con moderación y limitar el consumo de alcohol. Eliminar estos factores de riesgo ayuda, sobre todo a los enfermos de cáncer, a evitar que el tumor vuelva a formarse (recidivas). La vacunación puede ayudar contra la infección por el virus del papiloma humano (VPH).
¿En qué zonas se forman los tumores de cuello?
Los tumores de cuello se forman principalmente en los siguientes lugares:
- en la zona de la laringe, llamada laringe, incluidas las cuerdas vocales (glotis),
- en la cavidad oral, que incluye la lengua, el suelo de la boca, el paladar duro, la mucosa de las mejillas y las crestas de la mandíbula,
- la orofaringe, que incluye las paredes faríngeas posterior y lateral, la base de la lengua, las amígdalas y el paladar blando,
Los tumores de cuello se encuentran con menos frecuencia en la nasofaringe, la cavidad nasal y los senos paranasales, así como en la parte más baja de la garganta (hipofaringe) y las glándulas salivales.
¿Cuáles son los síntomas de los tumores de cuello?
Los tumores de cuello son asintomáticos durante mucho tiempo. Si hay un carcinoma de la cavidad oral, la mucosa de la boca puede volverse blanquecina. Esto se llama leucoplasia, que es una afección precancerosa. La capa blanca a rojiza de las mucosas de la boca no puede borrarse. Sólo en un estadio avanzado los tumores de garganta pueden causar los siguientes síntomas
- Ronquera,
- Tos,
- Dificultad para tragar
Los cambios en la voz también pueden ser un indicio de un posible tumor. Si la ronquera y/o las dificultades crónicas para tragar persisten durante semanas, en cualquier caso debe consultarse a un médico, ya que puede tratarse de un tumor de garganta. Si hay un trastorno funcional de la trompa de Eustaquio debido a una mucosa inflamada (catarro tubárico del oído medio), también pueden aparecer dolor de oído, pérdida de audición y/o obstrucción de la respiración nasal.
¿Cómo se diagnostica un tumor de cuello?
Un tumor de cuello se diagnostica mediante pruebas de imagen. En la mayoría de los casos, la boca, la garganta y la laringe se examinan endoscópicamente, es decir, mediante una sonda. Mediante la endoscopia, se puede examinar la laringe y también las cuerdas vocales para detectar cambios.
Si el examen hace sospechar de un posible tumor, también puede solicitarse una resonancia magnética (RM) o una tomografía computarizada (TC). Para determinar el estadio del tumor, debe tomarse una muestra de tejido para realizar una biopsia. Si se comprueba que la enfermedad ya está muy avanzada, deben examinarse los pulmones, el llamado tórax, así como el abdomen, para excluir metástasis o detectarlas en una fase temprana.
¿En qué estadios puede dividirse un tumor de cuello?
Un tumor de cuello se clasifica en distintos estadios en función del tamaño y la localización del tumor primario (T), la presencia y el número de metástasis en los ganglios linfáticos del cuello (N) y cualquier metástasis a distancia (M). La estadificación se basa en técnicas de imagen como la resonancia magnética, el TAC o la tomografía por emisión de positrones (PET).
¿Cómo se trata un tumor de cuello?
Como los tumores de cuello están cerca de estructuras vitales de la zona de la cabeza y el cuello, siempre se tratan de forma interdisciplinar. Esto significa que en el tratamiento de los tumores de cuello pueden intervenir muchos expertos, como:
- Oncólogos (especialistas en cáncer),
- Otorrinolaringólogos,
- Cirujanos de cabeza y cuello,
- Psicooncólogos (responsables de la atención psicológica de los pacientes con cáncer),
- Dentistas
El primer enfoque terapéutico para un tumor de cuello es principalmente la extirpación quirúrgica del denominado tumor primario. Sin embargo, a menudo se utilizan enfoques terapéuticos multimodales. Además de la cirugía, también se indica quimioterapia, por ejemplo. De este modo, incluso los tumores de cuello avanzados que se limitan a la zona de la cabeza y el cuello pueden curarse completamente en un 30-40% de los casos.
Si el tumor de cuello ya ha hecho metástasis, la curación ya no es posible. En este caso, el tumor de cuello se trata de forma paliativa. Esto significa que se debe ralentizar el crecimiento de las metástasis y aumentar la calidad de vida del paciente. Para ello pueden utilizarse inmunoterapias modernas o quimioterapia.
¿Cuál es el pronóstico de un tumor de cuello?
Las posibilidades de curación de un tumor de cuello dependen del estadio y la localización del tumor. Cuanto más avanzado esté el tumor, peores serán las posibilidades de recuperación del paciente. Si el tumor de cuello ya ha hecho metástasis, la curación ya no es posible. Si el tumor de cuello se diagnostica y trata en una fase temprana, el pronóstico es favorable.